El soterramiento: un problema urbanístico

Desde hace ya varios años se ha planteado en Almería la necesidad de soterrar las vías del tren en su entrada a la ciudad y de la misma estación ferroviaria.

Pero por fin, en el único proyecto presentado hasta ahora, se ha tomado la decisión clara de que ese soterramiento será integral y no parcial.

Pero a la vista del proyecto presentado por el actual equipo de gobierno del Ayuntamiento de la ciudad, hay algunos aspectos que no están siendo bien contemplados y se está perdiendo de vista el principal objetivo de dicho soterramiento. He destacado cuatro puntos sobre los que hablaré.

Primero:

El soterramiento es un problema urbanístico.

El tren no necesita ser soterrado para entrar en la ciudad y no siempre es el soterramiento la mejor opción para solucionar los problemas urbanísticos que se crean en muchas poblaciones por la interacción del ferrocarril en la trama urbana.

En el caso de Almería sí resulta necesario el soterramiento para que la estación siga estando en una ubicación cercana al centro urbano, ya que el desarrollo de la ciudad ha dejado un espacio insuficiente para resolver el problema urbanístico de otro modo. Por ejemplo mediante pasos a distinto nivel, que en Almería no quedarían nada bien por falta de espacio suficiente que existe a ambos lados de las vías.

Pero el problema sigue siendo de la ciudad; no es el ferrocarril quien ha penetrado en la ciudad de forma no adecuada, sino la ciudad en su proceso de crecimiento quien ha ahogado y estrechado el espacio ferroviario.

Segundo:

El soterramiento se plantea para resolver el problema urbanístico que supone la barrera creada por las vías y las tapias que las encierran, al haber crecido la ciudad más allá de la zona ocupada por las vías.

Éste es el principal criterio que hay que seguir en la obra del soterramiento: suprimir el efecto barrera. Y si en el proyecto de diseño urbano que se ha hecho para la zona no se logra la supresión de este efecto barrera, este proyecto estará desvirtuando la principal finalidad que se pretende lograr.

En efecto, por lo visto y leído en la prensa, creo que sustituye las vías y las tapias por un foso de ocho o nueve metros de profundidad, por lo que no termina con el efecto barrera. Y aunque se hagan puentes suficientes para pasar de un lado a otro, mantiene el efecto visual de un foso profundo, de una ruptura entre un lado y el otro, de un profundo agujero que hay que sortear para pasar al otro lado. Si se quiere hacer un parque acuático, se podría hacer en la desembocadura del río, por ejemplo, pero no en el espacio RENFE, pues lo que en este lugar hace falta es una solución urbana que acabe con el efecto barrera que suponen las vías.


Tercero:

Almería necesita en esa zona, y que constituye la segunda finalidad del soterramiento, la creación de espacios urbanos donde estar y donde pasear, es decir, plazas grandes, espacios abiertos, jardines y parques. Un espacio urbano a donde ir, por el que pasear, en el que estar.

Para lograrlo se podría edificar en altura, para concentrar la edificabilidad en el menos espacio de suelo posible.

Cuarto:

Los diseñadores del proyecto que ha presentado el Ayuntamiento se han olvidado del ferrocarril. Me explico: en las fotos que he podido ver en la prensa, Ideal y LaVoz, he observado que según el proyecto presentado, la estación bajo el nivel de la calle sólo va a tener tres vías y dos andenes. Hoy pueden ser suficientes para el tráfico ferroviario que tiene Almería, actualmente. Pero ¿serán suficientes para el tráfico que tenga dentro de diez, quince o veinte años?

Es lógico pensar que con la construcción de la línea de alta velocidad a Murcia, el tráfico ferroviario de Almería se va multiplicar por varios enteros, y hay que pensar en que la estación, una vez soterrada, no podrá ser ampliada dentro de unos años. Tenemos que pensar en una estación suficiente para los futuros crecimientos de tráfico.



Un saludo, Fco. Javier Arenas Gómez